“El Cabernet Sauvignon llegó a la Argentina en la misma época que el Malbec, a mediados del siglo XIX. Presenta un aroma especiado muy particular y taninos algo amargos, que le dan el carácter añejable. Es una cepa que mejora con el tiempo y sus taninos, normalmente ásperos, se suavizan. En nuestro país en particular, presenta taninos más suaves y dulces debido al clima de altura mendocino.”