Cuando en 1996 nuestro primer viñedo fue plantado, los trabajadores se enfrentaron a un duro altercado con las colonias de hormigas locales. Nuestra finca está principalmente rodeada por campos incultos con innumerables hormigueros, además las hormigas amaban alimentarse de los tiernos brotes de las vides de nuestras viñas recién plantadas. Como nos negamos a eliminar las hormigas, buscamos maneras naturales para desviar su atención. Nuestros trabajadores comentaban que las hormigas eran las «verdaderas» propietarias del lugar, libres de deambular sin esfuerzo. Nos gustó esta original idea de las hormigas como propietarias del lugar y se decidió el nombre de nuestra empresa luego de esta situación inicial. Cuando la vid creció más, las hormigas se mudaron hacia otros lugares en busca de nuevos alimentos.
Hoy la "hormiga" significa el trabajo duro, el juego en equipo, emblemático de nuestra historia: un símbolo y un amuleto de buena suerte.